Prueba del Mazda 3 1.5 SKYACTIV-D de 105cv

Un buen nivel de prestaciones para el Mazda 3

Esta es la primera prueba de este nuevo comienzo, HGP Motors y Simtechpro se unen para llevar el motor y la tecnología de la mano, el mundo de la gasolina se da la mano con la simulación profesional. Este comienzo empieza aquí con este Mazda 3, es una pena que este coche no este para Assetto Corsa  o Project Cars, el primero que haremos la prueba en los dos sitios es un Bentley Continental GT Speed W12 y de la mano de Andy Soucek y Cars Gallery, pero empecemos con la marca japonsesa. La compañía vive un momento dulce en Europa con un fuerte crecimiento en estos últimos años. España es el tercer mercado más importante para Mazda detrás de Alemania y Reino Unido. El parque automovilístico elevó sus ventas en 2014 y la firma japonesa creció un 71%, en 2015 las ventas se contuvieron, pero Mazda creció un 21%. Sus cifras son: 5.797 unidades en 2013, 9.919 unidades en 2014 y 15.289 unidades en 2015, podemos decir que triplicaron sus ventas en solo tres años.

Las claves de este éxito de Mazda es el buen hacer, el trabajo bien acabado y su lenguaje de diseño Kodo. Ha conseguido crear una gama muy atractiva, no solo en precio sino visualmente y con la tecnología SKYACTIV que logra excelentes prestaciones contra eficiencia. El Mazda 3 está llamado a dar guerra en un segmento donde los coches alemanes son muy potentes y la batalla está servida.

La tercera generación del Mazda 3 llegó al mercado en el 2014 con tres motores en su gama: dos motores de gasolina (1,5 litros de 101cv y el 2.0 litros con 120 y 165cv) y uno diésel (2.2 litros de 150cv). El apartado gasolina estaba medianamente bien cubierto pero la parte diésel era un poco justa para un mercado muy exigente. Los japoneses tenían la solución a este problema y sacaron al mercado un motor diésel de 1.5 litros con 105cv y un consumo homologado de 3,8 l/100 km. Después de repasar estos datos vamos a entrar en materia con nuestra unidad de pruebas.

Diseño Kodo en su alma

Es un coche que me ha gustado mucho, es muy atractivo a la vista y puede ser uno de los compactos más llamativos del sector. Tiene unas líneas fluidas por toda la carrocería y transmite un aspecto dinámico, ágil y robusto, la filosofía Kodo le sienta genial (kodo significa alma en movimiento).

En la parte delantera encontramos un capó motor muy prominente y agresivo, una parte delantera en forma alada que sigue la línea de toda la gama de Mazda, su seña de identidad propia. En la parte lateral nuestra vista se fija en los abultados pasos de rueda que albergan unas llantas de 16” en su versión básica a 18” en la versión Premium. Llama la atención la inclinación de las lunas, en la parte delantera nos resta un poco de visibilidad, pero en la trasera remata el conjunto y denota su figura esbelta. La parte trasera remata la lograda estética del Mazda 3 con unas ópticas muy pequeñas.

Mide 4,47 metros, uno de los más grandes de su categoría, pero eso no se refleja en su parte interior, es uno de los precios a pagar por su bonito diseño exterior. Su interior emana calidad y su diseño es moderno y muy atractivo, muy parecido al MX-5 que probamos no hace mucho y que tan buen recuerdo guardo. Todo se encuentra bastante a mano, nuestra unidad venia equipada con el acabado Luxury y una de sus características es su cuadro de mandos digital con un gran cuentarrevoluciones y un Head up Display.

La parte central del salpicadero es muy minimalista y cuenta con una pantalla táctil, muy parecida a los nuevos Mercedes. Los mandos del climatizador están bien puestos seguidos de un plástico brillante, muy de moda pero sensible a las rayas y al polvo. La calidad de los materiales está a la altura, tienes la sensación de estar delante de un buen producto, aunque los ajustes de los asientos son un poco toscos.

La habitabilidad es buena en la parte delantera donde los asientos son cómodos y recogen bien, en las plazas traseras son algo justas para llevar tres adultos, pueden tener un poco la sensación de apretado, no obstante, las puertas se abren con buen ángulo y eso facilita su entrada. Para acabar este repaso, su maletero ofrece 364 litros en esta versión y la Sportsedan aumenta hasta los 419 litros.

Comportamiento y motor

El Mazda 3 viene equipado con un motor 1.5 litros con 105cv y 270Nm par. Este propulsor impulsa al compacto en 11 segundos para llegar a los 100 km/h, alcanza 186 km/h y homologa un consumo de 3,8 litros. Una de las novedades de este motor es la relación de compresión, es relativamente baja (14,8:1), que conjuntamente a un turbo de geometría variable y a la novedosa tecnología “Natural Sound Smoother” (un amortiguador conecta el pistón a la biela), hacen de este motor una buena obra de ingeniería.

En Mazda hablan de rightsizing, entienden que la reducción de consumos no puede pasar por apretar los motores como las tuercas de un submarino sino todo lo contrario, utilizar unos grandes regímenes de compresión para reducir los niveles de óxido de nitrógeno. Siguen la idea de que no es más limpio el que hace un postratamiento en el escape, sino aquel que en su origen intenta reducir las emisiones, en japonés seria más corto pero esta es la mentalidad y así nació SKYACTIV.

Encendemos el motor para salir, la baja rumorosidad y la ausencia de vibraciones es un punto a favor. El Mazda 3 se mueve con soltura y no encontraremos a faltar un extra de potencia, quizá si fuéramos con cinco pasajeros, el maletero lleno y un puerto de montaña, echaríamos de menos a su hermano de 2,2 litros y 150 cv. El margen de utilización de este motor empieza desde las 1.000 rpm hasta las 5.000 rpm, eso se traduce en un agrado de conducción. La palanca de cambios cuenta con un buen tacto y un manejo preciso, me recuerda tanto a su hermano descapotable…

Se nota el buen trabajo de sus ingenieros, han conseguido un buen punto de equilibrio entre el confort y la eficacia. La suspensión sujeta muy bien la carrocería y las imperfecciones de la carretera apenas se notan y en carretera revirada se mantiene muy bien en la trazada sin apenas balanceos excesivos. La dirección tiene un tacto preciso y es realmente directa.

Un punto negativo, aunque no en exceso es su visibilidad, su luneta trasera es algo escasa y la forma del pilar A es muy horizontal sumado a su diseño exterior hacen que perdamos algo de visión. En líneas generales, este Mazda 3 1.5 diésel es un coche cómodo para la ciudad aunque esa falta de visibilidad y su longitud harán que dejemos escapar unos cuantos sitios al aparcar. En cuanto a los consumos, nos quedamos un litro por encima de su homologación, con una media entre los 4,7 litros a los 4,9 litros. Mazda afirma en sus pruebas reales que su consumo es de 4,3 litros, cifras cercanas a nuestras pruebas. El tanque de combustible es de 51 litros, si mantuviéramos los consumos oficiales podríamos superar los 1.000 kilómetros sin repostar.

Una cosa que nos ha gustado mucho es su sistema Star&Stop, creo que es de los mejores del mercado, es rápido y su encendido es casi imperceptible. Pasan los kilómetros, cada vez me siento más alegre con él, cuenta con un gran equipamiento de serie, los acabados, su tacto, el diseño… muchas cosas buenas en todos los aspectos.

Conclusión

Mazda lleva tiempo en un buen camino y eso se nota en todos sus modelos. Hace unos meses me lo pase genial a los mandos del MX-5 y ahora con este Mazda 3, me vuelve a pasar lo mismo, no es tan deportivo, pero me ha ganado.

Tiene todo lo necesario que podemos esperar, tiene dos líneas de acabados: Style y Luxury, y cuatro paquetes de equipamiento. Nuestra versión era la Luxury que viene de serie con llantas de 18”, Head-Up Display, cámara de visión trasera, asientos calefactables, sensores de lluvia, navegador, bluetooth, luces Smart LED, luces diurnas, cruise control, entre otros.

Este Mazda 3 1.5 SKYACTIV-D 105cv arranca desde poco más de 22.000€, aunque nuestra versión arranca sobre los 25.000€. Números contenidos si miramos la competencia con este completo equipamiento. El Mazda 3 con Kodo ha venido dispuesto a todo.

Fotos cedidas por Mazda